Vendarle los ojos fue el primer paso, él quería apelar al amor que le tiene la jovencita rubia para luego llevarla paso a paso a que le cumpliera su fantasía. Resulta que ya hace mucho él se había dado cuenta que era un cornudo, así que pensó que era inútil luchar contra eso y ahora piensa practicar su perversión. Pero fue fácil, porque cuando la zorrita tenía el coño caliente, ya no le importó de quien era la polla que la estaba follando. Mientras el tío disfruta ver como se follan a la putita frente a él, ella gozar como una zorra desvergonzada.